26 octubre, 2009

New World

Judas. Parte 1

Él odiaba la noche, odiaba al mundo, odiaba estar solo en su cuarto mientras el resto de los mortales parecía divertirse con simplezas, aun así tampoco deseaba existir en ese momento, no tenia ganas de escribir, de leer, de jugar con su guitarra, no tenia ganas de llamar a su novia de turno para pasar la noche entre sus piernas, simplemente quería desquitarse por lo que el destino, por lo que Dios, por lo que la vida le había quitada.
Pero él sabia que no podría, no puede destruir al mundo desde su habitación, no puede vengarse desde sus hojas en blanco. Tomo entonces su gabardina negra, se a gusto el tercer botón de su camisa oscura y tomo la cajetilla de cigarrillos mentolados de siempre, miro su reloj y salio de su departamento, antes de cerrar la puerta miro la habitación que permanecía iluminada por las luces que entraban por la ventana, se devolvió a su dormitorio y saco la DN
y un lápiz negro, entonces salio jugando con la lapicera intentando inspirarse y escribir dos líneas como siempre.
Camino por las calles de esa miserable ciudad, viendo como la basura se juntaba en las esquinas por culpa de la mierda de gente que no tenia educación, miro como el violador elegía a su victima y la conducía al callejón solitario a cambio de la promesa de un buen precio en quien sabe que inútil juguete, entonces miro a quienes disfrutaban de espectáculo y aburrido como siempre, siguió a victima y victimario hasta donde pudo sin ser notado.

- ¿Que mierda quieres idiota? Lárgate antes que recibas una paliza.
- No te preocupes, viólala si quieres, yo no pienso hacer algo, solo déjame mirar, estoy aburrido y quiero excitarme antes de llamar a una de mis putas.
- ¿Qué mierda eres?
- Muchacha, disfruta del mal sexo, porque eso recibirás mientras te violen.

La muchacha se asusto y comenzó a agitarse, el individuo se asusto, descubrieron sus propósitos y podían delatarlo, golpeo entonces a la pobre niña que no superaba los 15 y se lanzo contra Ezequiel.

- Piensas que eres digno de lastimarme, yo soy dios.
- ¡Estás loco maldito lunático!
- ¿Y quien no lo es? Sabias que un violador es alguien tan patético que para poder satisfacer su deseo de poder no encuentra nada mejor que tomar a alguien que es mas débil para sentirse fuerte.

Entonces el hombre saco una cuchilla, Ezequiel solo sonrió y saco su DN, miro al hombre que se acercaba y escribió algo que solo él sabe, entonces los pies de su atacante se congelaron, y el cuchillo que este llevaba comenzó a derretirse mientras quemaba la mano de quien lo portaba. El atacante entonces se paralizo del susto y mientras sus brazos caían de sus uniones y sus ojos sangraban su corazón se detuvo. La muchacha que miro todo pensó que estaba a salvo, pero el susto no dejo que su cerebro pensara correctamente. Solo vio como su aparente salvador se acercaba escribiendo en su libro lo que había ocurrido recientemente, entonces ella y él se miraron a los ojos, entonces sus manos se tomaron y ella se levanto.

- ¿Sabes qué? En este mundo no existen los inocentes. – Von Hittler se soltó y saco y uno de sus bolsillos un pañuelo con el cual limpio la mano que había tocado a la niña. - ¿Cuál es tu nombre? – La niña se lo dijo. – Eso se deletrea como poesía en latín, eso me parece interesante, pero odio el latín. Adiós, Carmen, carmenis.

Entonces Ezequiel escribió su el nombre que acababa de repudiar y una mano de piedra salio desde el suelo y aplasto a la muchacha, luego comenzó a mirar alrededor y se sentó en el piso, escribió en su cuaderno un par de palabras y una tiza cayo desde el cielo a su mano, luego todo se limpio como si nada hubiera pasado.
Entonces un hombre apareció de la nada, vestido con ropas viejas, gastadas, sucias y rotas, con algunas partes de su cuerpo vendadas, incluyendo sus ojos, con varias cadenillas con emblemas religiosos. Aquel hombre llevaba dibujados en la venda que cubría su rostro dos ojos perfectamente trazados, tan detallados que parecían reales si no se apreciaba bien la imagen de su rostro.

- Llegaste tarde, si hubieras aparecido 15 segundos antes hubieras cambiado tus ropas por otras más nuevas.
- No busco cambiar mis ropas Ezequiel Von Hittler. Eres el candidato que maneja la narrativa, edad 20 años.
- ¿Cómo sabes esas cosas de mí? Es más ¿Por qué me llamas candidato, de que mierdas hablas?
- Soy Kami, el Dios de turno, estoy viajando para ver como son los demás candidatos. Me pareces interesante aunque creo que eres cruel, pero las leyes son leyes y se supone que no debo intervenir con los candidatos. ¿Te gustaría saber algo? Tienes derecho a preguntar una cosa.
- ¿Dios? Esa basura es opio para el pueblo, es la columna vertebral de una estructura funcional de las sociedades pobres. Pero luego de saber que tengo estos poderes, de saber como manejarlos y de todas las cosas que puedo hacer con ellos quiero saber solo una cosa. ¿Quiénes son los demás candidatos?
- No puedo decirte nombres o ubicaciones, pero te diré otra cosa que puede contestar tu pregunta. Guitarra, Violín, Flautas, Piano, Arpa y bajos por parte de la música; Lírica, Dramas y tú en letras; y en artes plásticas tenemos algo novedoso, Pintura, Escultura y lo nuevo, Dibujos.

Luego de eso el hombre que se había presentado como el Dios de este mundo camino hacia Ezequiel, se acerco tanto que Ezequiel solo se extraño por su locura y moviéndose lentamente comenzó a escribir en su DN, pero nada pasaba, el extraño le miro a los ojos y le beso en la mejilla, luego de ello una explosión de frenesí se apodero de Ezequiel y con la misma tiza que había creado momentos antes comenzó a rayar desesperadamente la pared mas cercana , estaba totalmente fuera de sí, pero escribía como si las letras solo fluyeras de sus dedos.
Entonces mientras continuaba escribiendo el mundo comenzó a desapareces y un espacio infinito llenado con miles o millones de imágenes de una muchacha apareció en su lugar, un lugar donde solo el rostro de la muchacha y su cuerpo estaban, la pared se transformo en los senos, en la espalda, en los labios, en los muslos en la tela de un pantalón, en un cabello, en el bordado de una camisa, mientras la tiza continuaba plasmando en el espacio infinito las palabras que brotaban sin control.
Kami entonces freno la mano de Ezequiel, las cadenas comenzaron a brillar mientras la fuerza del frenesí se detenía lentamente mientras el mundo llenado por aquella mujer comenzaba a dar paso al mundo real.

- Ella es quien esta en tu corazón. Me gustas que pienses en crear un mundo para ella, pero ten cuidado, un anhelo puede transformarse en obsesión y la obsesión puede llevarte a tu propia destrucción.

Ezequiel volvió a quedarse solo, todo el mundo parecía continuar como si nada hubiera pasado, el extraño hombre ya no estaba pero la sensación del beso en el rostro se mantenía.

- Supongo que de esta forma soy otro inútil Cristo.

Entonces aparecieron el hombre y la muchacha que él había matado minutos, o instantes antes, los miro y vio como todo comenzaba nuevamente, se rió y salio de aquél inmundo lugar. Se dirigió a su departamento a pensar que mierda le había ocurrido.
Abrió lentamente la puerta, mientras pensaba en el significado que tendría las palabras que el hombre desconocido había dicho, encontró todo como lo había dejado, aun así lo que había pasado, la muerte y resurrección aparentes de aquellas personas en el callejón, el mundo extraño que había aparecido mientras estaba en estado de éxtasis literario como el decía, entonces vio por la ventana como el mundo seguía sin saber lo que pasaba.
Tomo una silla y se sentó mirando hacia el balcón, faltaban muchas muertes antes de que el mundo fuera de él, si había más seres con poderes él debía acabar con todos, descubrir hasta que punto su poder era útil y saber como tomar el de los otros. Pero esa noche no podría averiguar otra cosa.
Tomo su teléfono, lo miro un instante y entro en el meno, luego en el directorio y comenzó a buscar un nombre, se detuvo en donde decía Edgard, un maldito descendiente de alemanes que era conocido y amigo, muchos decían que era el mejor con la guitarra pero como solo tocaba por gusto jamás saldría de los escenarios escolares, luego siguió bajando, como siempre el directorio estaba ordenado según el grupo de llamada, entonces llego al numero que deseaba, lo miro.

- Por qué desapareciste, me gustaría saber si estás viva, me gustaría sentir tu aroma, verte como vi aquellas ilusiones sobre ti esta noche, me gustaría… Creare un mundo donde puedas vivir sin tener que esconderte.

Hablaba en voz alta mientras la luna lentamente comenzaba a brillar en lo más alto del cielo, entonces miro al el techo blanco de aquella habitación y se dio cuenta que ese era su misión, pero que primero se desasiría de los obstáculos, lanzo un beso y apretó el numero 9 en el pequeño móvil, la opción de marcada rápida hizo el resto, entonces se llevo el aurículas a su oreja, espero un segundo y otra voz le contesto.

- Olvida lo que estas haciendo, deja todos tus compromisos y ven a cumplir tu palabra, esta noche tú duermes conmigo, si es que hay tiempo para dormir. – Al otro lado una muchacha se sonrojaba picaronamente. – No mejor no, se que vives con K. Black, dile a ella que venga, esta noche tú no me sirves, esta noche quiero tener en mis brazos a alguien a quien quiero y no a cualquier puta.

Colgó sabiendo que pronto llegaría su seudo novia a jugar a los amantes, pero no le interesaba, se acostaría dejando la puerta abierta, cuando llegara su entretención nocturna esta entraría como siempre y despertarlo para conversar y hacer que Ezequiel aclarara su mente. Desde que la otra desapareció K. Black era la única que podía hacer aquello, aunque era lo único que ella podía hacer.

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